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viernes, 1 de noviembre de 2013

CAPITULO 3: VUELTA A LOS ORIGENES

GETAFE-ELGOIBAR



Distancia total ruta:  424 kms

Tiempo total:  5 horas 30 minutos

Ciudades visitadas: 1

Paradas: 2

Consumo medio:  5,04 l/100kms

Gasto de combustible: 29,88€

Peajes: 25,6€


Tras un día excelente en buena compañía, comienza una nueva etapa de Euro-Diversion. Nos levantamos temprano, aproximadamente sobre las 07:00 para poder desayunar tranquilos. Al llegar a la cocina nos encontramos todo lo necesario preparado para ser servido. Desde luego obra de Anabel, sin duda, una anfitriona de excepción, hasta el extremo de tener hasta los cubiertos sobre la mesa, zumo, mermelada, mantequilla, pan, etc,. todo dispuesto con el nivel de detalle que solo puede ofrecer un hotel. Mientras nos frotamos los ojos, y de paso, desayunamos, se levanta Anabel y comparte el desayuno con nosotros. Una y mil veces volvería a ver a esta pareja y en especial a esta chica, porque cuando estas con ella te sientes como en casa, ojalá las estancias que tenga en este viaje, tenga la mitad de calidad que nos ofrece ella. Los minutos pasan como granos de arena en un reloj, pero son agradables, queremos disfrutar el momento. Cuando se levanta Txema, ya casi hemos terminado, recogemos y nos ponemos a vestirnos para la siguiente etapa de la aventura. Antes, con la ayuda de Txema, procedo a sacar la moto del parking donde pernoctó la noche anterior. Al terminar, ya tengo a M Carmen con todos los bultos en la calle, junto con Anabel que nos esperan. Colocamos nuestras pertenencias en el Falco Stradale, esta vez debo decir que más rápido que en La Garrovilla, y nos hacemos unas fotos con esta pareja de 10. 




Pero antes de partir se me ocurre una idea, para evitar sorpresas con vuelos de equipaje. Resulta que tengo dos pequeños mosquetones, que obviamente no tienen utilidad para escalar, solo para las llaves, pero al menos, uniendo las bolsas por el asa a los asideros de la moto conseguiré que no se nos escapen ,ojalá hubiera tenido esta idea antes, ojalá M Carmen no me hubiera hecho tirar el papel con mis datos personales que estaba en la bolsa que perdimos, ojalá hubiéramos amarrado mejor el conjunto, ojalá alguien hubiera encontrado nuestro equipaje. En fin, no es momento de lamentarse, eso pasó y no tiene vuelta atrás, y lo importante es que seguimos adelante y tras este bache hemos resurgido cual ave fénix con fuerzas renovadas. Por desgracia, llega el momento de la amarga despedida, con los últimos abrazos damos por concluida la intensa visita a Madrid. Ahora nos espera el Pais Vasco, en concreto, Elgoibar lugar donde se crió Txema y donde nos esperan con gran alegría Toni y Maria Jose. Dos amigos de Txema que conocimos precisamente en la boda de este con Anabel y con los que entablamos una gran amistad. En esa noche se fraguó una amistad especial, tan especial que cuando en la boda le hablé a Toni de nuestro proyecto no dudo ni por un momento en ayudarnos. Dicha ayuda quedó refrendada cuando, apenas un mes después del enlace de sus amigos, me pidió 200 papeletas del sorteo de un lote navideño para recoger fondos para nuestra aventura. Si es que entre él y mi madre vendieron la mitad de las 1000 papeletas en liza, casi nada. Esta etapa, es cierta manera, una forma de agradecerle todo lo que ha hecho por mi, sin apenas conocerme, lo cual le da mayor valor a su gesto.



Antes de salir de Getafe, decidimos revisar la presión de los neumáticos y engrasamos la cadena, previo calentamiento de esta. No echamos gasolina, todavía nos quedan unos kms de autonomía, los cuales, pienso apurar. Ponemos rumbo al Norte, en el horizonte tenemos la sierra de Madrid y la A-1 que nos dibuja el camino, tiempo soleado y ausencia del molesto viento, que en otras ocasiones nos había fastidiado la travesía. También el tráfico acompaña, hemos dejado el bullicio de Madrid atrás. Con ese optimismo los kms pasan volando y llegamos casi a los 200, momento en el cual es recomendable repostar, debido a que mi moto no tiene, ni indicador de nivel, ni indicador de reserva. Paramos en una gasolinera, llenamos el tanque y tras el parón para beber agua, retomamos la marcha y nos dirigimos hacia Burgos con ritmo firme. La meseta central castellana nos aguarda con colmados campos de maíz de monótona belleza. Durante la ruta le comento a mi novia como a pesar de que seguimos en España es increíble observar como han cambiado los paisajes a nuestro alrededor desde el verdor de las tierras bañadas por el Guadalquivir hasta las vastas extensiones amarillas del centro de la península. Entre estas impresiones me fijo en el odometro del Falco Stradale y observo que hemos llegado al km 79056. Ya hemos completado los primeros 1000 kms de nuestra aventura, y todavía seguimos aquí dando guerra. La alegría de este pequeño hito se contagia a mi novia, que sin duda esta entusiasmada con el logro, si la fortuna nos acompaña tendremos muchos momentos de este tipo, la pregunta es: ¿Dónde nos pillarán los siguientes 1000 kms?¿y los 10000 kms?, poco a poco, hora a hora de aventura, lo iremos descubriendo.

En fin, no se si la tardanza en salir de Getafe, las paradas, o el hecho de no poder mantener una velocidad de crucero superior a 120 km/h. hace que el tiempo se nos eche un poco encima. Rozando casi la hora de comer y la frontera del Pais Vasco, llega el momento de decidir vía intercomunicador que hacer, si coger o no autopista. Debido a que ya vamos con retraso y nos esperan Toni y su mujer para comer, decidimos coger la AP-68 con dirección a Guipúzcoa, a pesar de que conozco que las autopistas vascas son caras. Efectivamente, 21€ cuesta la broma, pero no importa, ganaremos tiempo por carreteras de mejor calidad hasta llegar a Elgoibar. Por desgracia, y justo cuando entramos en el País Vasco la climatología se pone en nuestra contra por primera vez, se pone a llover hay que parar. Llega el momento de ponerse los monos de agua, pero por la perdida de equipaje que tuvimos en la primera etapa, solo tenemos uno. Solidariamente se lo presto a M Carmen, la cual se lo endosa en los cuartos de baños de una estación de servicio en la que paramos para repostar por última vez en esta etapa. Se nota que estamos en el País Vasco, la temperatura ha bajado, llueve y ya se empiezan a escuchar frases típicas de estos lares como por ejemplo: "aupa","agur". Aprovecho para grabar una videocrónica de todo lo que nos está pasando, entre tanto M Carmen se presenta, nos preparamos, GoPro encendida y en marcha.



Cruzamos la provincia de Alava, por el Norte, a un ritmo de marcha muy eficiente, siempre respetando los límites que marca la DGT, y es que aunque quisiera no podrían infringirlos, la moto a plena carga no da más de si. Además la lluvia no deja avanzar tanto como quisiéramos con el consecuente retraso, en este punto de la etapa, mi novia empieza a sentir los rigores del frío y la lluvia, pero consigo animarla con los pocos kms que nos quedan para llegar a Elgoibar. El País Vasco ofrece unos paisajes de ensueño, agrestes y verdes montañas que nos flanquean  y la lluvia que incesantemente cae no consigue enturbiar. M Carmen queda maravillada por este espectáculo natural, y eso que tiene la visera plagada de gotitas de agua, no es para menos, es la primera vez que va al País Vasco y para mi es muy importante que le guste esta lejana tierra. El agua remite levemente y entramos en Guipúzcoa sin dejar de admirar lo que el País Vasco nos ofrece. Desgraciadamente, el mandato del inexorable tiempo nos hace seguir nuestro camino hacia el Norte pasando por Eibar y pagando por otro pequeño tramo de autopista 4,6€. Todo sea por llegar lo antes posible a la Sociedad de Toni, donde comeríamos.


Por fortuna, hemos llegado a Elgoibar y aunque el acceso al barrio de Toni es algo complicado por los cruces que hay, llegamos a la Sociedad a eso de las 16:00, algo tarde la verdad. Pero como dicen, nunca es tarde si la dicha es bueno, ¿no?  Allí están Toni, su mujer, sus amigos como Iker y sus hijos: Oscar y Angel, esperando para comer con nosotros. No se porque pero me parece que la espera merecerá la pena. Antes de eso, dejamos nuestras cosas y el Falco Stradale a salvo de las inclemencias del tiempo que amenazan con volver. Nos libramos de algunas capas de ropa, las dejamos en casa de Toni, nos ponemos más cómodos y para la Sociedad, pero antes una cosa llama la atención de M Carmen, mas incluso que el monte Kalamua y Arrate, que guarda los destinos de las gentes de Elgoibar, una escalera mecánica. 


Si señores, en el norte, debido a que es la región de España más montañosa los núcleos urbanos están prácticamente esculpidos en la roca, lo que hace que la gran mayoría de las calles tengan unas cuestas dignas de la Vuelta ciclista. Para salvar los desniveles que tienen que salvar los habitantes, se han construido escaleras mecánicas, para no hacer que el hecho de olvidar el móvil en casa se convierto en un trauma, especialmente si vas de camino al trabajo. Por un momento, M Carmen parecía una turista japonesa, pero no es tiempo de fotos, es tiempo de comer. Sabiendo como se las gastan en la Sociedad y como cocina Toni estoy seguro de que no nos quedaremos con hambre. Así que comenzamos con un típico bacalao al pil pil, pero un momento, ¿no estábamos en Guipúzcoa? Esto es un plato vizcaíno, en fin que más da. Luego, unos buenos chuletones con patatas fritas cocinados...al ladrillo. Pero bueno, estos vascos están locos, sin embargo, nunca he probado un chuletón tan bueno, y en tan buena compañía, que sin duda es lo mejor.



Entre plato y plato, que debo decir, preparan los hombres (a mi no me dejan intervenir, soy el invitado), vamos contando las anécdotas que hasta ahora hemos tenido. Por supuesto, la estrella es nuestro equipaje, cuya perdida empezaremos a sufrir conforme vayamos más al norte. Pero para nuestros amigos eso no es problema, Toni se ofrece a llevarnos a Bilbao para comprar un mono de agua, guantes de invierno y algo más de abrigo para M Carmen. Cerrado este tema me entretengo mucho con los hijos de Toni y Mari José, jugando a la consola, mientras mi novia les muestra algunas fotos de nuestra aventura que esta en sus comienzos. Cierto es que ya llevamos tres jornadas de viaje pero todavía no siento que me haya ido, con los amigos de Txema y también con él en Getafe nos sentimos como en casa. Ese calor lo echaremos en falta cuando atravesemos la frontera francesa, pero mientras vamos a disfrutar del momento. Después de comer, nos vamos a dar una vuelta por Elgoibar. Con la moto a buen recaudo, en un garaje de la madre de Mari José, creo, visitamos en compañía de Toni y sus amigos el Centro de Elgoibar con su Ayuntamiento y su frontón que data de 1876, muy típico de los municipios del Norte.

 Por un momento, casi me dan ganas de jugar, si hubiera tenido una pelota a mano, ¿Quién sabe que hubiera hecho? Menos mal que M Carmen frena mi ímpetu a la vez que hace fotos del lugar. No es para menos, todo es muy diferente en Elgoibar. Sus calles rezuman ese aire de principios de siglo XX y de esa tardía revolución industrial que llegó a nuestro país vía inglesa. Sabor añejo pero con encanto, nunca había estado en esta localidad pero me resulta tan familiar, me recuerda mucho a Basauri, donde me críe, hace cada vez más tiempo. En fin, nos dirigimos a un bar cercano a tomar unas cervezas con vistas a la ribera del río Deva y con un curioso puente custodiado por un ángel. A nuestras espaldas tenemos un árbol, pero no es árbol cualquiera, resulta que es uno de los retoños del actual árbol de Guernica, fue plantado en el 2005, para sustituir al que llevaba simbolizando las libertades de los vizcaínos y por extensión de todos los vascos desde 1860.

 Mientras los niños juegan hablamos de como van las cosas en su pueblo, no todo va a ser hablar de nuestro viaje. Resulta que en Elgoibar la empresa SIGMA esta de capa caída y eso se esta dejando sentir. De hecho, y no lo sabíamos,  el cofundador SIGMA es de Elgoibar. Así q si queréis alguna pieza de recambio de estas maquinas de coser, ya sabéis a quien se la tenéis que pedir. La bandera de España también ha causado polémica en Elgoibar, por desgracia. Resulta que la ley obliga a tenerla, pero no especifica donde, así que los dirigentes de este pueblo del Norte la han puesto en la parte trasera del ayuntamiento, para que no se vea. Al margen de cual sea mi opinión o la de mi novia respecto a esto, creo que Elgoibar y por extensión nuestro país tienen problemas más importantes que determinar el sitio que debe ocupar una bandera, ¿no creéis?y sobra decir cuales son.




Nos movemos del lugar y vamos a través del casco histórico de Elgoibar. Lleno de calles estrechas y empedradas, con casas de fachadas de piedra, muy propio de siglos anteriores. Una cosa que nos llama la atención es que muchas de estas viviendas tienen un número de portal pero también un nombre. Según nos cuentan se debe a que hace muchos años las casas tenían el nombre las familias que vivían en ellas. Evidentemente, muchas de ellas no viven ya en esas casas, pero el nombre se ha mantenido en el nostálgico recuerdo, un detalle sin duda curioso. Sobra decir que al caminar por el centro de Elgoibar, nos llamó la atención lo limpio que esta todo. No se observa ni un papel en la calle, el civismo del que adolecemos en el sur aquí es tónica habitual en los elgoibartarras. Nos sentamos todos en un bar a tomar como se suele decir la penúltima. Pido yo y me encuentro con la dificultad de ver la lista de precios en euskera, menos mal que para pedir cervezas no hace falta saberlo, las pintxos se las dejo a Toni que seguro que acierta. Además estas son para sus hijos, que la verdad, estaban un poco con hambre. Curiosamente si  antes habéis vislumbrado cierta polémica con la bandera española en el ayuntamiento de Elgoibar, aquí en este bar de la localidad la gente se toma unos pintxos viendo a la selección española jugar la Copa Confederaciones, inaudito no, las cosas simplemente están cambiando y en este caso creo que para bien. 

Se acerca la noche y caigo en la cuenta de que es San Juan, hoy 23 de Junio se celebra el día más largo (bueno en realidad es en el solsticio de verano el 21 Junio el día) del año a la luz, al menos en el norte, de ingentes montañas de madera ardiendo. Bueno, pues en Elgoibar se celebra pero a las afueras del pueblo, un poco retirado según nos dijeron. Que extraño, estaba acostumbrado a esas grandes hogueras en algún sitio amplio del pueblo, son un gran espectáculo. Sin embargo, nos adaptamos a la dinámica del grupo y seguimos en el bar, en un ambiente distendido, pidiéndonos otra ronda y unos pintxos para todos esta vez. Es extraño, entre risas me acuerdo que estoy con personas que conocí sólo por unas horas en la boda de Anabel y Txema y miradme ahora, M Carmen y yo charlando compartiendo experiencias con ellos con la complicidad de quien se conoce de toda la vida. Eso es lo q hace a la amistad algo bonito de vivir y contar. Si algo me ha enseñado la planificación esta aventura es que puedes encontrar un amigo allí donde menos te lo esperes, alguien dispuesto a ayudarte, dentro de sus posibilidades, simplemente porque cree en ti. Por todos ellos intentaremos no fallar en los retos que afrontaremos juntos. A parte de la ayuda de Toni, ingente, solo a la altura de mi madre, me acuerdo de un tal Luis, de Bermeo, un hombre al que le vendí unos intermitentes por 30€, el me ingresó 45€ y me dijo que el resto me lo gastará con mi novia en unas cervezas. A pesar de no conocer a esta persona, tuvo un detallazo, solo al alcance de la gente del Norte. Y es por aquí la gente, quizá pueda parecer distante, pero si te paras a conocerlos descubrirás que son  generosas en el esfuerzo y se involucran de una manera que en el Sur es desconocida. Sienten verdadera pasión por lo que hacen, no tienen dos caras y siempre puedes contar con ellos para lo que quieras, y eso a pesar de ser un desconocido. Donde quieras que estés Luis, estas cervezas y refrescos van por ti. Por creer en nosotros y en nuestro proyecto. Eskerrik asko!!

Finalmente, con la cena tapeada nos despedimos de Iker y sus amigos y llegamos al piso de Toni y Mari José, acostando con un poco de dificultad acostamos a Oscar y Angel. Por ellos, estarían la noche en vela con nosotros. No nos despedimos porque mañana los veremos antes de ir a Bilbao o cuando regresemos para iniciar la etapa. Los adultos todavía se quedan un ratito más hablando de temas como por ejemplo, la educación que por desgracia en nuestro país esta por los suelos, y como sabéis, dependiendo muy mucho de donde vivas, tendrás mayores o menores oportunidades académicas. Yo sigo al tanto de la conversación, pero aprovecho para descargar nuestras tarjetas SD con el permiso de Toni. Cosa que conseguí aunque solo a medias, porqué por una extraña razón su PC no me reconoce algunas de ellas. Precisamente, las que adquirí por internet en una oferta de 2 tarjetas de 32 GB por 19,90€, toda una ganga, me han salido malas y me estoy acordando de la hora en la que la encontré. Habrá que ir a Bilbao mañana a poner solución al problema. Un poco frustrado vuelvo a la cocina y a la conversación. Cojo el hilo en otro tema, esta vez del viaje. Resulta que M Carmen les esta hablando  de que en Noruega existe una carretera que discurre literalmente por encima de las aguas del Atlántico norte. Le llaman la carretera del Atlántico. Toni coge nota, se va a su ordenador y le enseña a mi novia unas imágenes impactantes de esos puentes y carreteras noruegas, la dejan de piedra y fría, cuando termina el video, me mira y me dice:

"Como haga ese tiempo y ese oleaje allí en Noruega, yo no paso por ahí. ¡Madre mía! Que miedo"  - De repente una risa sorda, Toni se da cuenta de que ha metido la pata. 
"Pues yo voy a pasar, si o si"  -  Exclamo con orgullosa valentía. Supongo que si llegamos hasta allí no será para darnos la vuelta, ¿no?
"Bueno a lo mejor se hizo el video en invierno" - Dijo Toni para suavizar la leve tensión creada. "Vais en verano, seguro que hará buen tiempo". Sentenció con seguridad. 

Sea como fuere me parece que M Carmen va a tener pesadillas con dicha carretera hasta que tengamos la suerte de llegar. La verdad es que estoy deseándolo, y por supuesto de poder grabarlo en mi GoPro Hero 2, para compartirlo con todos los seguidores que espero, nos lean. Cuantos retos nos quedarán por superar. Parece, viendo el video, que Noruega es un país para aventureros duros, decididos y valientes. Aunque con respeto, estoy deseando afrontarlos. 

Sin mirar el reloj el tiempo pasa más deprisa y lo cierto es que no nos queremos acostar. Hemos estado tan bien aquí. Tanto en Getafe como en Elgoibar nos hemos sentido como en casa, rodeados de buena gente y sentimientos. De personas que nos han cedido un poco de su intimidad para hacer este viaje un poco más llevadero. Casi me emociono al pensar que mañana comienza la aventura para los dos, y eso no me deja dormir. A partir del País Vasco todo será desconocido para mi y M Carmen, y es que nunca he ido más al Norte por carretera. Mañana 24 de Junio nos adentraremos en un nuevo país, Francia y cruzaremos nuestra primera frontera. Hasta ahora, hemos visto que dentro de un propio país hay grandes diferencias entre el norte y el sur. Diferencias, que, en mi modesta opinión, no deben ser un obstáculo ni motivo de discordia, sino de unidad e integración. Todo esas cosas que hemos descubierto, en cuanto a cordialidad, educación, formas de divertirse, etc. son las que nos hacen únicos, diferentes. A partir de esta etapa, vamos a descubrir las diferencias de un país del sur y mediterráneo como España, con otros países que están más allá de los Pirineos, y juntos intentaremos disfrutar de estos caracteres únicos. Porque sólo hay una manera de contarlo, que es vivirlo. 



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