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martes, 9 de diciembre de 2014

CAPÍTULO 20: ¿DONDE ESTA JOULUPUKKI?

ETAPA 20: KAUTOKEINO-ROVANIEMI 



Distancia total ruta:  522 kms

Tiempo total:   6 horas 35 minutos

Ciudades visitadas:   3

Paradas:  4

Consumo medio:   3,75 l/100    


Comienza un nuevo día en Euro-Diversion 2013, tras la conquista del día anterior, hoy parece que nos hemos levantado con la resaca de un sueño cumplido. Casi sin creérnoslo hemos llegado al punto más al Norte de Europa, y aunque estamos a más de 300 kms de allí, todavía nos sentimos en la cima del fin del mundo. Por desgracia, es hora de despertar, volver hacer las maletas, recogerlo, montarlo todo, y ponernos en marcha rumbo al Sur, de regreso a nuestro país. Bueno, en realidad ya hicimos el primer viaje al sur ayer, pero al volver a Kautokeino, me quedó la sensación de haber estado dos días sin moverme en esta ciudad y haber tenido un sueño la noche anterior con la llegada a Nordkapp. Sin embargo, todo es real, incluso esa sensación de bajón que me invade mientras desayunamos y me acompaña al guardar nuestras cosas. Aunque seguiremos descubriendo lugares de indudable belleza, poco a poco, km a km, estaremos más cerca de nuestra casa y, por ende, el viaje un poco más cerca de concluir. Aunque no reniegue de nuestro país, lo cierto es que estas tierras de Escandinavia nos ha enamorado. 

Hora ya pues de meternos en materia y descubrir más a fondo el tercer país de Escandinavia: Finlandia, en el que estaremos tres días. Anteriormente, fue testigo del paso fugaz de Suecia a Noruega, en nuestro camino hacia el Cabo Norte, pero ahora nos sumergiremos de lleno en el país de los 1000 lagos, el país de Timo y Jaa, lo cierto es que estoy impaciente.

Tras el desayuno, emprendemos de nuevo la marcha hacia el sur, hacia tierras finesas, desandando el camino que seguimos para llegar a Kautokeino. Es extraño, pero durante los primeros kms de la E-93 siento la familiaridad de un terreno de sobra conocido, una especie de deja vú que hace que estos compases iniciales de la etapa de hoy pasen sin mucho sobresalto. Sin embargo, estos 43 kms últimos por tierras noruegas dejan en mi un profundo sentimiento amargo. Y es que a cada minuto que pasa, a cada curva que trazamos, nos vamos acercando irremisiblemente hacia el final definitivo de nuestro periplo en Noruega. Después de 7 días abandonamos el país que tan gentilmente nos ha acogido, el país que por el momento, más nos ha impresionado, y aunque la aventura continua y todavía nos restan muchas cosas que descubrir, en mi corazón siento que algo de nosotros se queda en este país de belleza indómita en sus paisajes, de los profundos contrastes de sus fiordos, ríos, y bosques. En definitiva, un país en el que durante medio año no se pone el Sol, así como no se pondrá en nuestra memoria el recuerdo de tantos buenos momentos en estos intensos días. 

Con este pensamiento recurrente en mi mente, atravesamos la frontera simbólica entre Finlandia y Noruega, frontera que debería estar activa ya que Noruega no es de la UE. 




Pero por los acuerdos de colaboración entre la Unión y el país escandinavo las mismas han sido suprimidas. Sin embargo, mi ingenuidad hace que pare en el puesto fronterizo finlandes, sin un objetivo muy claro de lo que hacer. La policía al verme me pregunta con cierto desdén si tengo algo que declarar, yo le contesto que he realizado recientemente la compra de algunos souvenirs, me pide el ticket y me lo sella. La mujer me advierte con rutinario y monótono timbre que debo parar en la primera tienda que vea de Finlandia para que me sea devuelto el exceso de IVA de Noruega con respecto a Finlandia. A decir verdad, no tenía ni idea que había que realizar este trámite, pero haré caso a la autoridad.

Con esa anécdota en el cruce de nuestra décima frontera entramos en nuestro noveno país, el tercero de esta península escandinava en la que llevamos ya diez días de travesía. El paso de la frontera también se simboliza con otro gesto que no se va a dar mucho en este viaje: El cambio de hora. Efectivamente, a pesar de lo grande de nuestro continente, tan sólo 3 husos horarios lo dominan: Uno sería el que usan las Canarias, Portugal y Reino Unido, otro el nuestro, utilizado por la mayoría de los países centroeuropeos y del norte, y el último por Finlandia, países bálticos y en general todos los del Este de Europa. Este cambio no lo hicimos la primera vez que pisamos Finlandia, ya que iba a ser una travesía de tan sólo unas horas hacia Kautokeino. Sin embargo, a partir de ahora será tan necesario como el hecho de que tenemos que cambiar el chip a partir de ahora, en un instante a nuestra etapa acaba de sumarse una hora más con todo lo que ello acarrea.

Tras pasar por el Lago Geadge volvemos a los terrenos yermos muy similares a los que cruzamos en nuestra primera entrada en Finlandia, siempre con la guía de la E-93. Siguiendo su curso llegamos a la ciudad de Enontekio, donde por fin podemos encontrar una gasolinera para repostar. Obviamente, si hay algo que no echaré de menos de Noruega son los altos precios de la gasolina, aquí son precios más normales, entorno a los 1,65 €/litro. Además abandonamos las coronas noruegas para abrazar al euro hasta, por lo menos, Letonia. En multitud de detalles observo que hemos cambiado de país y de cultura: El idioma ha cambiado tanto que se ha hecho incomprensible, desde luego el finlandés es un idioma rarísimo proveniente de otro mundo. Las estaciones de servicio son verdaderos centros comerciales, con restaurantes, tiendas, WIFI, etc., con la excepción de las francesas, son las mejores estaciones de servicio en la que hemos estado hasta ahora. Los finlandeses vuelven a cobrar hasta los decimales en el pago de la gasolina, al contrario que el redondeo sueco y noruego, pero si hay algo que me ha llamado la atención es la presencia de maquinas tragaperras en la gasolinera, en claro contraste de lo que tenemos aquí en España.

Cuando terminamos de repostar y de tomarnos el siempre reconfortante café me percató de algo que me deja blanco como la nieve. La moto esta soltando aceite y ha formado un charco de considerables dimensiones. Además M Carmen se percata de que existe en el ambiente un fuerte olor a quemado, resulta que proviene de mi pantalón, que se encuentra pringado de aceite hasta la rodilla. Es tanta la profusión de líquido negro en el suelo, que por un momento parece que la moto está sangrando, al igual que yo. Sin embargo, la moto arranca bien y no se enciende el testigo - Que cosa más rara - pienso. Entro dentro de la gasolinera en busca de alguna lata de aceite para reponer el nivel. Los casi 4 litros y medio de aceite con los que comencé el viaje empiezan a agotarse, por desgracia, no encuentro ninguna lata de mi graduación. Lástima de no tener un Ferrari o un 4x4 de gran potencia, porque son los únicos aceites que hay. 

- Pero bueno, ¿Que pasa aquí?¿Nadie usa moto en este país? - pregunto retóricamente. 
- Rafa, no te preocupes nos las arreglaremos - intenta animarme mi novia, en vano.

Repongo con un poco del que tengo yo, y reemprendemos la marcha de inmediato, rumbo a Rovaniemi. A pesar de que la moto va sin problemas, no puedo evitar pensar que llevamos cerca de 7500 kms de aventura y que está próximo el cambio de aceite y del filtro de aire, sin que por el momento, haya podido encontrar un aceite para reponer por completo el nivel de mi moto. Según recomendación de mi mecánico Beni, debería hacerlo a los 8000 kms, y es precisamente a esa cifra a la que llegaré más o menos al terminar esta etapa. Sin embargo, empiezo a sospecha que hasta que no llegue a Helsinki, capital de Finlandia, no podré encontrar allí el aceite que necesito.

Seguimos nuestra ruta por las baldías tierras finesas, la monotonía y el silencio del paisaje ayuda a que me relaje del sobresalto anterior, un inconveniente insignificante, pero supongo que en una aventura como esta todo se magnifica. Aunque no por ello escapo a los curiosos nombres de poblaciones durante nuestra travesía.




Tras el período de relajación y un poco antes de llegar a Palojoensuu hago una parada en una tienda de souvenirs cercana.

- Rafa, ¿Para que paras? - pregunta M Carmen extrañada 
- Voy a ver si me devuelven el IVA, ¿no? - le contesto.




La tienda construida enteramente en madera, tiene un reno enorme disecado "vigilando" la entrada, desde luego a los finlandeses les encanta cazar porque al entrar en la tienda la mayoría de los artículos que se venden están relacionados con ese mundo, por supuesto, no faltan los artículos relacionados con la cultura vikinga, los samis y Papa Noel. Yo sin embargo, me muestro más interesado en comprar una pegatina con la bandera de Finlandia y también otra que he visto con un reno y con el lema "La tierra del Sol de medianoche", mientras tanto, M Carmen entra y aprovecha para calentarse. Con los artículos, me dirijo al mostrador para pagar, donde una chica rubia de interminable estatura me atiende. Es tan alta que me rompo el cuello al mirarla, deberá medir dos metros por los menos. Con cierta incredulidad, le refiero, en ingles, el tema del reintegro del IVA por compras en Noruega, a lo que ella me confirma que es verdad y tras examinar el ticket de mi compra procede a devolverme el dinero correspondiente. No es mucho la verdad, ya que el IVA en Noruega está en el 25% y en Finlandia en el 23%, pero con ese 2% de diferencia me da para pagar la escasa compra que he realizado, así que lo comido por lo servido.

Tras dejar la tienda y pasar por Palojoensuu cambiamos de rumbo dejando la E-93 para coger la E-8 con rumbo sudeste, en el que coqueteamos con la frontera de Suecia. Poco a poco vamos observando como el paisaje va cambiando y se va haciendo más boscoso a medida que avanzamos. Siguiendo el curso del río Muonio fielmente escoltado por arboles en su ribera hasta la ciudad de Kolari, y sin la asistencia de un GPS, me equivoco en una señalización y tomo por la E-80 en dirección a Kittila, por error. Aunque del error solo me percato cuando mi navegante, comprueba el rumbo mediante el movil. Lo cierto, es que es bastante difícil orientarse con las señales viales en este país ya que se encuentran en dos idiomas: sueco y finlandés, sueco no se y el finlandés es ilegible. Desde que se estropeo el GPS en Hegra, siempre hemos tenido suerte a la hora de encontrar nuestro alojamiento, dada la escasez de poblaciones en la laponia noruega y la eficiente señalización (lástima que el asfalto no sea igual). Por desgracia, me temo que a partir de ahora y según vayamos viajando hacia zonas más pobladas, poco a poco, iremos experimentando muchos problemas de orientación en la carretera. Sin duda buenos temas de los que debatir mientras busco un sitio para almorzar, la hora de comer se nos ha echado encima implacablemente y ante la ausencia de merenderos por la zona, encontramos una parada de bus de madera cercana a Sodankyla.





Tras el almuerzo, en el que apuramos las pocas existencias de jamón, volvemos a la carretera con decisión, hacía Sodankyla. Desde que conquistamos el Cabo Norte sigo mosqueado con mi Falco Stradale, lo cierto es que no se lo que le pasa a esta moto, pero con cada parada encuentro siempre un charco de aceite enorme, aunque el testigo no salte (sigo sin encontrar aceite de mi graduación). Para colmo de males, el manillar de mi moto, vibra sobremanera, creía que era por una mera cuestión de exceso de peso, pero el caso es que esto no me había ocurrido hasta que tuvimos el incidente de Alta. ¿Habrá tenido que ver el choque de la gasolinera? - pienso.


- Rafa, ¿Qué haces?, aceleras y frenas, ¿Ocurre algo? - pregunta M Carmen.

- Estoy comprobando la moto, el manillar vibra mucho - le respondo.

- Será el exceso de peso y te habrás dado cuenta - teoriza ella de forma retórica.

M Carmen llevamos dos semanas en moto y esta es la primera vez que la moto vibra tanto estoy preocupado.

- Tan sólo ten cuidado, no te despistes - me aconseja con cierta preocupación, pero con plena confianza en mí y mis dotes como piloto

La moto va ganando velocidad y esa extraña sensación de inseguridad va desapareciendo a la vez que aumenta el régimen del cuentarevoluciones del Falco Stradale. Sin embargo, a partir de ahora, aumentaré la guardia ya que sigo receloso por este comportamiento de la moto. Pasamos el lago Vaala, flanqueado por arboles imponentes, y a los pocos kms llegamos a Sodankyla con la clara intención de repostar nuestra moto, ya que hace poco que hemos entrado en reserva, o al menos eso creo, ante la carencia de nivel y testigo luminoso.

Tras el repostaje y el avituallamiento de café caliente, tan sólo nos restan 100 kms hasta nuestro destino, en Rovaniemi. En Sodankyla cambiamos de la E-80 a E-75 y vamos viajando dirección sur, al fin. Después de la pérdida, parece que con la ayuda de M Carmen, he encontrado de nuevo el rumbo. Viendo el lado positivo de esta pérdida de dirección, al menos puedo decir que desde que pasamos por Palojoensuu viajar por Finlandia, se está convirtiendo en una maravilla. A este país la fama le precede, y los lagos se suceden ante nosotros de forma intermitente como la luz del sol asoma por entre las copas de los arboles. Por desgracia, poco claros hay en el bosque para hacer una foto clara desde la carretera sin parar nuestra moto, tal y como nos advirtió nuestra amiga madrileña Ana en Nordkapp. Seguimos el curso del río Välisuvannontie durante algunos kms, sin embargo, no podemos evitar sucumbir ante la tentación de parar al margen de la carretera para tomar con más calma el detalle más distintivo de este país: Los lagos. 



Un país que empieza a embrujarnos, con sus frondoso bosques, testigo mudos de nuestro paso en esta solitaria tierra, al igual que en Suecia, donde el tráfico rodado es bastante escaso. La parada, en los márgenes del lago Vuo se hace más corta de lo esperado, por desgracia, debido al ataque feroz de los mosquitos, (única cosa que no echaré de menos de Escandinavia), que nos acompañan desde nuestra entrada en Laponia y que no han dejando de incordiarnos con sus picaduras.




Después del lago Vuo se suceden otros de gran belleza plástica como los lagos Kayramon, Yli-Nampa, Ala-Nampa pequeña porción, sin duda, de la belleza hidrográfica de este país. Y es que resulta que Finlandia, el llamado País de los 1000 Lagos, es en realidad el país de los 188000 lagos, todos ellos de origen glacial. Lagos de vasta extensión que con la incidencia de la luz del Sol parecen espejos de fina plata. Si Noruega, tenía la belleza indómita de sus fiordos, Suecia la fortaleza de sus bosques, Finlandia, tiene a sus lagos de agua plateada como su mayor valuarte. Tres países muy distintos, pero que forman un conjunto de tal magnificencia que es difícil decantarse por uno. Quizá lo mejor sea no hacerlo, y atesorar esta belleza, una belleza que nunca debería tener fronteras. 

Con el fulgor de los destellos del agua en nuestras caras retomamos el camino. Los destellos que lejos de molestarnos, nos acompañan e inspiran, y que por un momento, nos hacen olvidar los problemas acaecidos hasta ahora en nuestro viaje. También nos ayudan a superar la soledad inquietante de la laponia finlandesa. Soledad unicamente rota por algunos renos vuelven a aventurarse en los márgenes de la carretera, para acompañarnos en los últimos kms de nuestra etapa.

- Rafa, esto es precioso, que pena no poder pararse a hacer más fotografías - se lamenta mi novia.

Una lástima, la verdad, pero nos quedamos con el premio de disfrutar de una travesía por estas inexploradas tierras cercanas al paralelo 66.  Dicho paralelo marca la línea divisoria imaginaria del Círculo Polar Ártico al cual nos acercamos inexorablemente. Tras unos minutos de marcha recta y firme por el mejorado asfalto finés, llegamos a nuestro camping milagrosamente. Una vez más las señales viales nos han informado de la situación del camping sin problemas. Bueno, eso, y las indicaciones de mi navegante, que tomó en la etapa anterior las anotaciones necesarias, han ayudado a ello.

Siguiendo las flechas de lo que parece ser la recepción del camping llegamos a una casa. Una casa solitaria en madera blanca, que parece de todo menos la recepción de algo. Con algo de prudencia toco la puerta, me recibe una mujer joven muy amable con un lindo bebe en su regazo, que se encuentra con una nueva criatura en camino, ya que esta embarazada. De lejos, se escuchan las voces de otros niños montando algarabía. Le cuento, es ingles, que estoy buscando el camping Ahosen Lomamökit.

- Si, efectivamente aquí es, soy la dueña y recepcionista del camping, ¿A qué nombre tienes la reserva? - pregunta ella

-Rafael Campos Cubero, venimos desde España - le respondo

-Si déjame ver, es verdad, ¿Teníais reservada una noche verdad?

-Si -  le respondo algo titubeante.

-Bueno, en realidad la estancia mínima son dos noches, pero consulté con mi marido y con vosotros voy a hacer una excepción dadas las circunstancias de vuestro viaje, que me explicaste en el mail.

-Muchas gracias

-Pasa, rellenamos tu ficha y me pagas todo, ¿vale?, tu novia, si quiere que pase también, estais en vuestra casa. - me dice nuestra anfitriona.                                                        
Miro a M Carmen y le hago gestos para que me acompañe adentro. Sin embargo, ella está un poco recelosa, y desiste de ello. Supongo que querrá descargar el equipaje y descansar, aunque lo primero es localizar nuestra estancia, en las inmediaciones no se ve nada, excepto la casa de la recepcionista. -¿Donde estará? - me pregunto.  Al pasar descubro una casa enorme de amplio salón, hecha enteramente en madera de distintos colores, con tarima flotante de color roble, y el resto de la casa en blanco.        Todo se encuentra excelentemente decorado y armonioso con el entorno que rodea a la casa, no está sobrecargada ni con excesos de minimalismo, sin embargo, lo que más me llama la atención es lo limpio y ordenado que está todo y eso que la mujer tiene a dos diablillos más correteando por la casa despreocupadamente. Ella aprovecha y me los presenta mientras busca unos papeles en su escritorio.

- Yo me llamo Helena, y estos son mis hijos: Sirkka, y Matti (él), este pequeñín de aquí se llama Erkki, y dentro de pocos meses nacerá Eeva, mi nueva hija - dice mientras se acaricia la barriga. Indudablemente, está en un avanzado estado de gestación a juzgar por el tamaño de su tripa.

- Por fin, encontré la ficha, por favor rellénala con tus datos y los de ella - me dice mientras busca algo más en su escritorio.

- Aquí te dejo un mapa con la ubicación de las casas del camping. Todas encuentran al otro lado de la carretera en el margen del lago Vikajarvi. Tienes que salir de aquí, girar, con cuidado, a la izquierda y en la primera señal que te encuentres con una letra B giras a la derecha, irás por un pequeño sendero hasta llegar a tu casa. Más o menos estás a 1 km de aquí.

- ¿Como es el sendero de largo?¿Se puede ir en moto? - le pregunto a Helena, con la lección muy aprendida de nuestra pérdida y caída en los bosques de Skaulo.

- Tranquilo, son sólo 500 metros de camino, cualquier vehículo puede acceder al recinto. La casa cuenta con todo lo necesario para vuestra estancia.

- ¿Tiene WIFI? - le pregunto, aunque mientras la hago me doy cuenta de que a lo mejor mi demanda debió ser más inteligente o al menos, debí priorizar otras cosas como estado de la habitación, camas, confort etc.

- Si, y también TV por satélite, estoy seguro de que te gustará. Aquí te dejo un mapa turístico de la zona y la previsión del tiempo.

- ¿Para ir a la aldea de Santa Claus? - le pregunto a Helena.

- ¡Ah si! bueno aquí nosotros le llamamos Joulupukki en la lengua de los samis. La tienes a 3 kms de aquí, tan sólo sigue esta carretera haciendo derecha al salir de aquí. Ya te encontrarás las indicaciones.

- Gracias - le digo

- ¡Que tengáis buena estancia! - se despide de mi con la misma sonrisa con la que se despidió y salgo para encontrarme con mi novia, la cual tiene una cara que es un poema, que no es precisamente de amor.


- ¿Se puede saber donde estabas? ya creía que no salías - me dice algo enfadada por la larga espera

- Ya tengo las llaves de nuestro alojamiento, vamos a una casa que esta al otro lado de la carretera - le respondo con la sensación de que esta estancia nos va a gustar.

Nos ponemos en marcha y a los pocos metros, veo la señal con la B - que fácil es esto - pienso - ojalá todos los camping fueran así de fáciles de encontrar. Tras sortear algunas molestas piedras llegamos a nuestro destino y debo decir que Helena no se equivocaba al vaticinar que nos gustaría nuestra estancia. Más que una cabaña, nuestro alojamiento es una casa enorme de madera pintada de rojo y blanco. Una casa situada en una finca enorme, con porche, balcón, columpios, barbacoa cubierta, caseta para herramientas, etc. Una de las cosas que más me asombra de este lugar es que estamos a apenas a 100 metros de la carretera y aquí no se oye ni un alma, la frondosa vegetación nos parapeta de cualquier ruido molesto.






Tras impacto que para bien nos ha causado nuestro alojamiento, descargamos la moto en tiempo record ya que los mosquitos no nos dejan en paz con sus incesantes picaduras. Entramos a una minúscula habitación de 1 metro cuadrado que hace las veces de entrada, allí un nos invita a descalzarnos y dejar los zapateros en un zapatero cercano. Algo me dice que no hemos entrado por la puerta principal, pero el incesante ataque "La Fuerza Aérea Finlandesa" nos ha obligado a ser poco selectivos a la hora de por donde entrar. La casa por dentro nos deja todavía más maravillados que por fuera: Toda en madera, con suelo laminado en roble, suelo radiante, que calienta nuestro primeros pasos en nuestra exploración de la casa. Dos plantas, en la inferior salón con TV y WIFI, cocina conjunta, con todo el menaje e incluso algo de comida y una grandiosa chimenea presidiendo el lugar. M Carmen insiste en encenderla, pero le pido que espere a que regresemos de la aldea de Santa Claus. En la planta baja también tenemos cuarto de baño con sauna incorporada, la cual espero estrenemos y un armario con varios salvavidas, de los cuales ignoro su utilidad. En la planta superior hay 6 camas (dos de matrimonio y cuatro de 105 cms) y cuatro habitaciones, todas ellas con toda la ropa puesta, hasta tienen una cuna, una trona y un tacatá. En definitiva, la casa esta para entrar a vivir, y mucho me temo que la estancia de un día se nos va a antojar escasa para poder disfrutar en su plenitud de ella, al menos lo intentaremos.



Pero lo primero es lo primero, y antes de nada debemos de ir a la Aldea, para entregar las misivas de nuestros sobrinos y la de los niños de Aldeas Infantiles de Madrid. Salimos perfectamente equipados de casa, incluso con el casco puesto, y nos subimos al Falco Stradale para evitar a nuestro pequeños amigos alados. Ponemos rumbo a Rovaniemi en pos de encontrar la aldea de Santa Claus, y efectivamente, tal y como dijo nuestra anfitriona estaba muy cerca de nuestra casa. Una aldea que más que una aldea parece el titánico centro comercial de una gran ciudad, un parque temático en torno al famoso personaje navideño que nos deja boquiabiertos.

Sin embargo, observo poca actividad en el lugar, apenas hay coches, ni personas andando por el recinto. -¿Que ocurre?- me pregunto. Paramos nuestra moto, y allí se hace el silencio más absoluto. No hay absolutamente nadie, ni siquiera en una gasolinera que hay enfrente de nosotros, ni tampoco en un restaurante al final de la Aldea. 

- Rafa, ¿A ver si esto abre sólo en Navidad? - me dice M Carmen extrañada.

- No, estoy seguro que esto está abierto todo el año - le digo con falsa seguridad, dado que yo tampoco tengo ni idea. Para colmo de males ni siquiera hay nadie para preguntarle. Son las 18:45 hora de Finlandia, y sinceramente no me parece una hora tan tardía para acudir a una atracción como esta. 

Dejamos el Falco Stradale atrás y nos aventuramos por las instalaciones desiertas. Podemos observar algún detalle curioso como por ejemplo: Una recreación de un asentamiento minero del lugar y de como vivían sus gentes. Por lo que puedo leer en ingles, la zona a principios del siglo XX fue rica en oro y otros minerales importantes, los cuales fueron extraídos por los samis. También hay lo que parece un corralillo donde se pueden ver renos, igualmente vacío. Cerca del restaurante hay algunas tiendas de souvenirs cerradas e incluso la famosa Oficina Postal también lo está. En la puerta de la misma observo un cartel que dice que el recinto en verano permanece abierto hasta las 18:00.







-¡Maldición! hemos llegado tarde por apenas unos minutos, tendremos que volver mañana para conocer a Santa Claus - le digo a M Carmen malhumorado - Como es posible que una atracción como está cierre a las 18:00, pero bueno, ¿Tu te imaginas cerrando el Corte Ingles a las 18:00?


- Ya, pero estamos en verano y la temporada alta es en Navidad, seguro que entonces esto está abierto casi las 24 horas del día - reflexiona M Carmen en un intento por encontrar una explicación a este horario de apertura tan raro - Bueno Rafa no pasa nada, somos los dueños de la Aldea de Santa Claus, demos una vuelta por aquí sin agobios para relajarnos y ver cosas. Mañana volveremos.


Resignado acepto la propuesta a pesar del nulo desafío o interés que tiene para mi un puñado de calles vacías alrededor de una gran plaza, presidida por la casa de Santa Claus. No obstante, a su altura encuentro una línea blanca en el suelo que parece ser el límite del Círculo Polar Ártico. En ese instante, como por arte de magia, me activo sobremanera y me acuerdo de que casi nos perdemos nuestra entrada en el Polo Norte a la altura de Jokkmokk, así que no dejo escapar la oportunidad de hacer una divertida videocrónica de esta "aventura" por la ciudad fantasma de Santa Claus.







Tras el video nos hacemos alguna foto más con carteles y cosas significativas de la aldea, como por ejemplo el hito kilométrico que marca la dirección y distancia a España, bueno a Madrid para ser más concreto. 








Tras las divertidas fotos, y sin ocultar cierta decepción volvemos a nuestra casa para pasar el resto del día. No sin antes hacer algunas compras en la gasolinera a unos precios bastante asequibles. 



Como siempre compramos lo imprescindible, además contamos con todo lo necesario para cocinar. Tras casi dos semanas de aventura, nuestro jamón está en las últimas y a partir de ahora, se une a nuestro presupuesto con más presencia el gasto en comida. De todas formas, no hay motivo para quejarse, la comida que nos hemos traído de España ha durado más o menos dos semanas en buenas condiciones, cosa que creo esta muy bien. Además, la idea de M Carmen de envasar al vacío ese manjar ha sido excelente para ayudar con los gastos ingentes de este viaje.

Está noche para cenar nos daremos un capricho y nos comeremos un perrito cada uno. Con una gran bratwurst alemana, aderezado con una salsa alioli tan particular de los escandinavos. Particular y barata a la vez, la cual nos ha dado tan buen servicio como el jamón patrio. Mientras cenamos a la luz de la lumbre de la chimenea no podemos evitar comentar los aspectos de la casa.




- Rafa, debo felicitarte, de todos los lugares que has reservado, este sin duda es el mejor - me dice mi novia extasiada.

- Pues, ¿A que no sabes lo que nos ha costado? - le pregunto.

- No

- 90€

- 90€, ¿nada más? - pregunta extrañada

- Si, lo que pasa es que en esta casa la reserva mínima son dos noches. Menos mal que le mandé a la propietaria un email explicando nuestro viaje y pidiéndole que nos dejará estar una noche tan sólo. Afortunadamente para nosotros ha salido bien.

- ¡Vaya piquito de oro que tiene mi niño! me acuerdo que me comentaste ese problema, pero vamos que si nos obliga a quedarnos dos días aquí acepto encantada - contesta entrerisas

- A mi me parece un precio excelente por lo que da, ¿No te parece?

- Ya te digo - contesta ella-  es que estamos sólos en una casa perfectamente equipada y pensada para 10 personas. Si hubiéramos venido en grupo, pagar 9€ por persona y por noche, me parece un precio excelente.

- Bueno, pues estuve mirando y de este sitio la temporada alta es en Navidad, esta misma casa sale por 270€ el día - le digo esperando en ella una reacción de sorpresa.

- Aún así viniendo en grupo me parece un precio excelente. La pena son los mosquitos que te amargan y no te dejan salir. - se queja ella amargamente.

- Bueno, no pienses en ello, vamos a disfrutar de esta casa.



A la luz de la chimenea, y sin el concurso de la TV (todos los programas están en ruso) nos quedamos hablando, una vez más, sobre la particular y confiada hospitalidad escandinava. Aunque damos también, cabida al manido tema de intentar arreglar el país.




- M Carmen, ¿Te has dado cuenta que antes he entrado en una casa con una mujer embarazada y tres niños allí y la mujer estaba completamente sola, sin nadie alrededor en por lo menos 3 kms a la redonda? Podía haberle hecho cualquier cosa y nadie se hubiera enterado y sin embargo, ella me ha invitado a entrar confiada, vamos que un poco más y me enseña o vende la casa. No dejo de asombrarme por la hospitalidad de esta gente, digno de admirar. Seguro que ahora vamos a su casa y tiene la puerta abierta de par en par. 

En ese instante M Carmen reflexiona - Eso en España ya se ha perdido, una pena - se lamenta- Ahora vivimos, el que puede, en cárceles con altos muros, verjas, rejas. Todo para evitar que un día te despiertes y descubras que han entrado a robarte y tienen a toda tu familia amordazada. 

- Si es verdad, seguro que aquí en Finlandia a los amigos de lo ajeno se les da bien. - le replico.

- Bueno y otra cosa que me ha llamado la atención: Aquí en Finlandia, Suecia y Noruega, es raro ver a la mujer que no tenga al menos tres hijos. - me cuenta con asombro

- Es cierto, igualito que en España, que la gente se anima a tener dos por la ansiada parejita, y eso con suerte y dos trabajos. 

- Luego nos quejamos del país tan viejo que tenemos, si no hay buenos sueldos o ayudas para conciliar vida laboral y familiar, pues tu me dirás - dice, indignada mi novia. 

En ese instante recordamos lo que nos dijo un día nuestro amigo Toni (que está saliendo con Emilia, una chica polaca que vive en Noruega): Que el permiso de maternidad al menos en Noruega dura 13 meses, a parte de los meses de embarazo, y que el de paternidad dura 4 meses. Detalles, sin duda, que desde nuestro punto de vista español nos parecen de ciencia-ficción. Como no somos políticos, ni creo que vayamos a arreglar el país en una noche, nos vamos a ir a la cama. No sin antes, dar un paseo por nuestros dominios para admirar las vistas, ciertamente impresionantes. Sin duda, este alojamiento vale cada euro invertido. 







Tras el paseo nos relajamos estrenando la sauna y a continuación nos vamos a la cama para descansar antes de afrontar la siguiente etapa de Euro-Diversion 2013. Ciertamente, estoy nervioso e intranquilo ante lo que nos espera mañana. Bajo el sol impertérrito de la medianoche intento convencer a mi novia, a modo de broma por supuesto, para que echemos raíces en este país.

- ¿Que te parece este sitio para vivir?, bonito ¿no? - le pregunto

- Es muy bonito, precioso, pero yo aquí no me quedo, todo muy bonito, pero en verano los mosquitos, en invierno el frío, esto acaba conmigo.


Mañana llevaremos ya 3 semanas de aventura, y nuestro objetivo será llegar a la ciudad de Viitasaari, la cual se encuentra a orillas de un lago de nombre impronunciable. Sin embargo, antes de partir iremos a la Aldea de Santa Claus con la esperanza de poder entregar, por fin, las cartas de los niños que tan fielmente hemos portado desde España. Momentos de ilusión que espero compartir con ellos a través de las líneas de este blog. Particularmente pienso que la ilusión es el principal combustible en viajes de este tipo. Podrás tener mejor o peores medios, mucho o poco tiempo y dinero, pero lo que si es seguro es que si la ilusión te falla te darás la vuelta a la primera. Pocas cosas son imposibles para un niño y con esa fuerza nosotros, hemos podido hacer frente, hasta ahora, a los más exigentes retos.

Mañana será, sin duda, un gran día, un día especial para muchos chavales, y también para nosotros, ya que vamos a conocer al más insigne personaje que habita en el Polo Norte: Joulupukki, como lo conocen ellos o Santa Claus (Papa Noel) como lo conocemos nosotros.



domingo, 13 de octubre de 2013

NUNCA DESISTAS DE UN SUEÑO

Después de haber terminado con éxito mi primer año en el Grado de Criminología que estaba cursando, decidí volcarme de lleno en mi proyecto de dar la vuelta a Europa en moto, pero¿por donde empezar? Ya había hecho lo más difícil, que era dar el primer paso. Con la ruta, medios, cuando, los días, las etapas, solo restaba contarle a la familia y amigos mi intención de dar la vuelta a Europa en moto. Cuanta razón tenía el famoso científico Einstein cuando dijo que si le cuentas una idea a un amigo y le parece una locura significa que entonces saldrá bien. Hubo comentarios de todo tipo, gente de la que esperaba apoyo, sencillamente le parecía una estupidez, otra que apenas conocía, me brindaron su apoyo y ayuda, la gran mayoría debo decir. Aún hoy cuando lo pienso, me asombro de las sorpresas que te da la vida, con cosas como esta te das cuenta con quien puedes y no puedes contar. Pero aún quedaba un punto imprescindible del viaje que hacer, la gran prueba de fuego: Decírselo a mi novia. Ya se lo había comentado en otras ocasiones, pero ella, quizá esperando que fuera una fiebre pasajera, corrió un tupido velo, suponiendo que el tiempo diluiría esta idea. El fuego de mi mirada le convenció de lo contrario, definitivamente el 2013 sería el año de la Euro-Diversion. 

Afronté con valor esta titánica tarea comenzando, por el diseño de las etapas. Una cosa estaba clara, sabía por donde empezar, tenía el deseo de unir el punto más al sur, en Tarifa (España), con el punto más al norte de Europa en Nordkapp (Noruega). Me parecía un desafío emocionante a través de nuestro viejo continente. Tras la conquista de este primer hito en nuestra aventura, mi idea no era regresar sobre mis pasos, sino hacer por el Este del viejo continente, por los países que beben del báltico, centroeuropa, los Alpes y la costa mediterránea española. Sin embargo, qué fácil resulta ver tu destino reflejado en un mapa. Aunque sabes de sobra que esta a escala, tu imaginación vuela como la luz y sin querer crees que ir de Madrid a Paris está chupado, nada más lejos. Son casi 1800 kms y eso hizo que mi novia se encargara de la tarea invisible de aportar un punto de cordura en este bonito sueño. Las etapas sería de 400 kms de media, y salvo excepciones, se respetó esa horquilla de distancia. La época en la que afrontar este reto sería en verano, aprovechando la benevolencia del clima en la mayoría del continente europeo, además sería más fácil conseguir los días necesarios para completar el viaje. En total conseguimos entre los dos 39 días libres, que sin embargo, hacían que esta aventura se desarrollará todos los días en una ciudad distinta, con apenas un par de días de descanso. Donde otros verían stress nosotros veíamos la oportunidad de conocer las distintas culturas de los países a través de sus gentes, de sus carreteras, de sus pequeñas ciudades y grandes núcleos urbanos. He de señalar que gracias a la fundación de la UE este viaje era más factible, de lo contrario dudo mucho que en 39 días pudieran atravesarse 24 veces las fronteras de 20 países sin pasaporte ni visados. Como el tiempo se encargó de demostrar, eso no restaría un ápice a nuestra aventura. Hicimos coincidir nuestro devenir continental con los ferrys. En total cogeriamos tres:  Hirtsals-Stavanger, Helsinki-Tallin y Genova-Barcelona. No es baladí decir que si perdíamos alguno de estos ferrys el viaje se retrasaría de forma que comprometería el retorno a casa, por lo tanto nos la jugábamos a una carta, la de un programa que había que cumplir. Para mitigar en parte los rigores del camino, mi novia apuntó la idea de que había que reservar hotel en todos los fines de etapa con la antelación suficiente, para no perder tiempo y gasolina en busca de alojamiento, lo cual redundaría en un mejor descanso y confort. Y aunque durante todo nuestro viaje lo estuvimos debatiendo largo y tendido, lo cierto es que acertó de pleno con esta idea, como iréis comprobando en nuestros relatos. Otro punto a tener en cuenta era la gasolina, sabíamos que en España y otros países de Europa, sería fácil encontrarla, pero no es menos cierto, que próximos al Circulo Polar Artico ese sería un bien valorado como el oro. La solución pasaba, al no contar la moto con nivel de carburante ni luz indicadora de reserva, en no apurar nunca la moto y ponerse en "modo búsqueda" siempre a partir de 150 kms. 


Llevamos aproximadamente dos semanas metidos en faena planeando nuestra aventura y aunque parezca mentira nos esta afectando "la maldición McGregor". Y, ¿que es la maldición Ewan Mcgregor? Si habéis tenido la oportunidad de ver los documentales Long Way Round y Long Way Down, veréis como al bueno de Ewan le suceden un montón de complicaciones que ponen en riesgo la consecución de su vuelta a Europa en moto y su viaje por Africa. Con frecuencia, llegué a creer que todas esas complicaciones eran fruto de un dramatismo exagerado, propio de la ficción,ya que consideraba que alguien de su posición económica no podría encontrar obstáculo lo suficientemente grande que le impidiera realizar su viaje. A pesar de ello, y sin la intención de imitarle empezaron a sucederme cosas que me hicieron plantearme la viabilidad de esta aventura: Pincha mi coche, se me deforma la llanta, batería y regulador de la moto fuera de combate, mi PC no enciende, y el de mi novia tampoco. Y para colmo de males, el ferry de Hirtsals a Stavanger, aquel que nos garantizaría la entrada en la Noruega de los fiordos habiendo descansado durante la noche anterior, estaba, para nuestra desgracia, completo. Parece que todo se ha puesto en nuestra contra para realizar este sueño. Pero ni creo en sortilegios ni me rindo fácilmente. Seguiré luchando, simplemente porque las cosas que merecen la pena cuesta conseguirlas. Como Coldplay diría en una de sus canciones: "Nobody says it was easy". 

Rápidamente, y algo más caro conseguí billete para el ferry de Hirtsals a Kristiansand. Eran sólo 4 horas de viaje y encima 200 kms de carretera a 90 km/h. Con calzador metimos la etapa Kristiansand-Stavanger de 209 kms, pero al menos conseguimos dar el salto a la península escandinava. Es decir pasaríamos nuestra primera noche en Noruega al sur del país, en Kristiansand y al día siguiente iríamos a Stavanger para estar dos días. Como teníamos un par de días comodín, fue el momento de usarlo. La planificación del viaje seguía en marcha. Cerrado el punto de las reservas de ferrys y hoteles, elegidas las ciudades de paso, carreteras, cosas importantes de cada ciudad, gasolineras, teléfonos y direcciones de embajadas,  etc., quedaba otro punto no menos importante. Era momento de conseguir todo lo referente a la moto.


    
En primer lugar, las piezas y revisión las conseguimos mediante pertinente rifa que hicimos entre familiares, compañeros de trabajo y amigos. Con ese dinero, compré las piezas en Recambios DOMLEZ, una excelente tienda de Sevilla, donde nos hicieron unos precios estupendos, y falta me hacía, ya que para un viaje de esta envergadura hacía falta remodelar la moto entera. Entre otras piezas me hacía falta sustituir: La cadena, piñón, neumáticos, filtros, tomas de corriente, pastillas de freno, etc.


En definitiva, en poco tiempo me transformé en cliente VIP, máxime cuando les conté el porque de tanto acopio de piezas. Se mostraron muy interesados en el proyecto que representa Euro-Diversion 2013. Para ponerlas, conté con la colaboración de Beni, un mecánico especialista de Ducati y Harley Davidson natural de Dos Hermanas que hizo un trabajo superior con el Falco Stradale, poniéndola a punto, como un reloj suizo, para esta aventura. A la vez que todo esto se producía comencé a hacer recolección de las herramientas más necesarias para el viaje. Mientras yo me encargaba de la maquina que nos llevaría por Europa, M Carmen se encargó de otra ardua tarea y quizá la más importante, la logística. En primer lugar, se encargó de comprar algunos elementos como por ejemplo un campigaz, cubiertos, platos, vasos y demás útiles de camping, para las más que probables comidas "fuera de casa". Luego fue la encargada de adaptarlo al espacio que teníamos en la moto y a las maletas y alforjas con la que contábamos. El espacio, en la moto siempre representa un problema, pero para ella, amante siempre del orden y del "resumen" fue una tarea un poco más fácil. La NASA debería contratarla para economizar peso y medios de material, porque consiguió en el espacio que dan un cofre, una bolsa sobredeposito y dos alforjas meter ropa, piezas de recambio, herramientas, equipo de grabación y comida para cerca de mes y medio de travesía. Bastante meritoria esta acción, porque no echamos en falta nada de importancia y además la comida nos duró casi dos semanas. 






La preparación física para un viaje de estas características es casi tan importante como que la moto esté en óptimas condiciones. Desde finales de 2012 y hasta dos semanas antes de iniciar de nuestro viaje, aprovechando nuestro tiempo libre nos preparábamos para el stress físico y mental de la aventura. Muchos kms corriendo para fortalecer el tren inferior y corazón, acompañados de pesas fue el bloque de ejercicios que hizo mi novia, mientras yo, que tenía un gym en el trabajo, me centré en ejercicios de hombros, brazos, espalda y abdominales, acompañándolo de muchas horas subido a la bici estática. Es curioso, para estas cosas mi novia siempre ha sido muy regular y esto no fue una excepción, no creo que le supusiera un gran trauma intensificar sus ejercicios. Sin embargo, para mi, siempre tan ensimismado en los estudios, me supuso una reorganización de agenda importante y sobretodo la aceptación de una férrea disciplina. Tácitamente acepté las reglas del juego simplemente, porque al que algo quiere algo le cuesta, yo quería más que nadie dar la vuelta a Europa en moto, así que no queda otra que dar el todo por el todo, luchar y seguir adelante, con la magia del que sueña con algo que nadie ve excepto tu.

Entre tanto ejercicio, estudios, trabajo, planificación, etc., tuvimos tiempo de promocionar un poco nuestra aventura. Con la ayuda de Sonia, la novia de un compañero de M Carmen, diseñé un logo para Euro-Diversion 2013 aprovechando una runa vikinga. Sin duda hizo un excelente trabajo. A continuación, con ese logo y con el de Falco Stradale, diseñado por mi hermano, hice camisetas y pegatinas. También me di a conocer en las redes sociales, creé grupos en facebook, twitter, blogs, diseñé con la ayuda de Openventas una web y me lancé a la búsqueda de algún patrocinador de nuestra apasionante aventura. Sin embargo, me cerraron muchas puertas, lejos de rendirme realicé llamadas, mandé correos a grandes compañías, como Yamaha en busca de algo de financiación. Ojalá pudiera deciros que lo conseguí, pero la verdad es que con los pocos meses de planificación y contando en el equipo con la única ayuda directa de M Carmen fue realmente imposible encontrar más tiempo disponible para seguir buscando o seguir siendo pesado. Lo intenté, y aunque me quedé con esa espina clavada, al menos pude contar con la ayuda de amigos y familiares que con su esfuerzo me ayudaron a ganar 1000€ del sorteo de las papeletas.  


Con esa ayuda se compraron las piezas y los billetes de ferry y aliviaron un poco la carga final de dinero que teníamos que ahorrar para hacer posible Euro-Diversion 2013. A todos vosotros, que estáis leyendo este post, os doy en nombre de M Carmen y mío las gracias por creer en nosotros y en nuestro sueño, sin vosotros no hubiese sido posible. Tras cerca casi de ocho meses de planificación, los cuales fueron intermitentes debido a los exámenes de Criminología, ya lo teníamos todo listo, o al menos eso creía yo. Faltaba hacer una prueba de fuego y ver como se comportaba la moto con semejante carga, también era interesante para nosotros, para ver como se adaptaba nuestro cuerpo a un viaje de larga distancia. Por un lado yo, nunca me había visto manejando una moto de casi 300 kg a baja o gran velocidad, por otro M Carmen, que ya se había montado más veces conmigo de pasajera, aunque ahora era distinto. La moto con gran peso es diferente, tanto para el que la conduce como para el que acompaña por lo diferente de sus reacciones. El destino para esta etapa prólogo estaba claro: Tarifa, punto más al sur de Europa, lugar de inicio de nuestra aventura. Además haciendo este "vuelo de prueba" a una semana del inicio del viaje, aprovechando el fin de semana, nos ahorrábamos  una jornada y con tranquilidad podíamos examinarnos y reflexionar sobre que cosas cambiar o mejorar en pos de la aventura, que nos esperaba el 21 de Junio. Prácticamente a la vuelta de la esquina. 

No engaño a nadie al decir que los nervios iban in crescendo al saber que el próximo 16 Junio del 2013 el sueño de Euro-Diversion empieza a ponerse en marcha. En estos momentos, me acuerdo de una frase de Paulo Coelho, famoso poeta portugués:  "Nunca desistas de un sueño, solo trata de ver las señales que te llevan a el", mi novia no se cansa de repetirmela, tanto, que decidió ponerla de "leiv motiv" serigrafiado en el iPad 2 con el que intento haceros llegar esta aventura. 

martes, 5 de marzo de 2013

10 Consejos para saber cual es el mejor tipo de maleta

Está claro que en cuanto a capacidad y seguridad no hay nada como unas buenas maletas y un buen cofre rígidos. Tienen gran capacidad, suelen ser desmontables, son estancas (o al menos más que otras opciones)... pero requieren una instalación muy complicada al principio, con herrajes caros y pesados que suelen no llevarse bien con las tapas traseras de plástico de la mayoría de los modelos. Al peso de toda la instalación hay que sumarle el de todo el equipaje que transporte más el del pasajero Además, cargan mucho peso detrás con lo que las geometrías de la moto se ven radicalmente desplazados comprimiendo el amortiguador trasero y aligerando el tren delantero más (a veces mucho más) de lo recomendable. Gran parte de estos problemas ya están pensado y solucionados en los modelos ruteros que lo incorporan maletas de serie, que además ya de por sí suelen ser bastante más largos entre ejes y por ello más estables que los más habituales.

 Por ello, está claro que es una muy buena solución para los más ruteros, pero instalar maletas y cofres cambian el comportamiento de la moto de tal forma que cuando menos requiere una instalación de un amortiguador trasero de mucha más calidad que los que se ofrecen de serie para lograr más resistencia al hundimiento y más posibilidades de regulación para poder adaptarlo al peso variable. Algunas marcas tienen modelos que ofrecen la posibilidad de montar estos accesorios como complemento de serie, tal es el caso de Triumph con la ST o las BMW, con lo que se asegura un ajuste adecuado.

DIEZ CONSEJOS PARA LAS MALETAS

1- Si no tienes una moto puramente rutera, ten en cuenta que si quieres instalarlas es casi obligado comprar un amortiguador de calidad para evitar el excesivo hundimiento y fatiga. O al menos, revisar y reforzar el tuyo de serie.
2- La calidad de todo el atalaje (diseño, materiales, etc.) es fundamental. Soporta muchísimo peso y torsiones con los baches. Cuida esto al elegir el kit de maletas.
3- Por supuesto, esto implica que es igual de importante la instalación. Tornillería de calidad y cuidado si hay que hacer alojamientos extra o colocar roscas postizas.
4- Intenta cargar más peso en las maletas que en el cofre trasero, pues centra más el peso y retrasa menos el centro de gravedad.
5- Si realmente piensas que las vas a necesitar, lo mejor es que te compres un modelo que las traigas incorporadas, o si quieres algo más polivalente puedes optar por un modelo que al menos las tenga como opción original de catálogo, como la Triumph ST.
6- La facilidad de desmontaje de las maletas es fundamental para que las disfrutes cuando realmente las necesites.
7- Lo mismo se puede decir del sistema de cierre, que sea fácil de manipular y seguro. No vaya a ser que se abran en marcha...
8- Ya que instalas un cofre, que tenga un buen acolchamiento para que sirva de respaldo al pasajero que lleves.
9- Normalmente, traen para la instalación unos silentblocks. Si no, los puedes buscar tu mismo o incluso fabricártelos. Son el arma absoluta para aislar las vibraciones.
10- Dentro de las maletas, se suelen incorporar unas cinchas elásticas para evitar que se muevan mucho el equipaje dentro